martes, 23 de marzo de 2010

domingo, 21 de marzo de 2010

Vol. 1: De "niño Ibáñez" a "pibe Narcisín"

La figura de Narciso Ibáñez Menta está fijada, en el imaginario popular, a ciclos televisivos de terror y suspenso. Pero el actor reclamaba, y muy especialmente en sus últimos años de actividad artística, que se lo recordase además por su extensa trayectoria teatral.
La amistad que me unió a Narciso, sumada al interés por hacer cumplir su pedido casi suplicante, me llevó a comenzar una investigación sistemática acerca de su actuación desde la infancia, tanto en hemerotecas y bibliotecas de aquí como de España.
Cuando revisé qué se había escrito acerca de este actor, encontré biografías en diccionarios -unas más completas que otras-, someras menciones en libros especializados; inclusive, un breve libro de escasa difusión había sido publicado en Murcia, pero nada más.
A medida que avanzaba en la investigación, iba descubriendo una cantidad de errores y omisiones considerables en cada texto que lo mencionaba. Estimé que la única manera de enmendar lo difundido era revisar los periódicos rigurosamente día por día, carteleras y críticas. Y desde entonces me sigue extrañando que ese fenómeno llamado “Narcisín”, cuya gracia y desenvoltura escénicas incentivaban a autores teatrales y compositores de ambas latitudes a crear obras para que él las interpretara, no haya sido objeto de atención de historiadores teatrales.
En el presente libro, relato desde su aparición involuntaria en escena a días de su nacimiento, pasando por su espontánea irrupción en el escenario a los tres años de edad en Granada, y la etapa más profunda de formación escénica en Buenos Aires desde 1919 a 1923, siempre con la guía y supervisión de sus padres. Observo cómo su tránsito por el teatro musical lo había llevado a destacarse, además, en el canto y especialmente en el baile. Continúo con su retorno a España y su triunfo definitivo en el propio país de origen, hasta el contrato en La Habana con la gira caribeña y la experiencia en Nueva York, y termino con la última temporada cubana. Hasta aquí, el primer volumen que estoy presentando.
Mientras la historia del artista se desarrolla cronológicamente, algunas preguntas conexas subyacen como planteo: ¿hasta dónde el niño era prodigio por naturaleza? Su profesión ¿se gestó en el seno de una real vocación, o habrá sido consecuencia de una adaptación a circunstancias ineludibles? Así fue cobrando vida en el escrito y en mi imaginación, la criatura contra cuya imagen debió luchar arduamente el actor adulto, creando monstruos para que le ayudaran a destruirla.
En síntesis, este libro es, pues, el volumen inicial de la primera reconstrucción de la actividad teatral de Narciso Ibáñez Menta, surgida desde documentos escritos, visuales y sonoros que fui obteniendo desde 1969 -de forma asistemática- y desde 2004 -sistemáticamente- que avalan lo que describo, narrado con detalle pero sin dejar de expresar las sensaciones que me produjeron los hallazgos, lo que fui corroborando, y lo que debí rectificar. Abunda en transcripciones de notas periodísticas y fotografías, pues quizás no exista otra oportunidad para acercarse directamente a esos valiosos documentos sobre su historia.
Las incógnitas -que hay varias- o los planteos reflexivos -se develen aquéllas y se respondan éstos alguna vez, o no- creo que brindarán al lector la posibilidad de movilizar su imaginación y su punto de vista personal, enriqueciéndose así la narrativa.
Graciela Beatriz Restelli
Este libro está registrado como obra inédita en la
Dirección Nacional del Derecho de Autor, expediente N° 831594